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Mi experiencia ante el huracán Irma

El pasado miércoles 6 de septiembre Puerto Rico recibió las ráfagas de viento del huracán Irma, el más poderoso registrado hasta la fecha. Días previos se comenzaron los preparativos para recibir el fenómeno atmosférico en la isla de Puerto Rico y las Islas menores. Durante estos días Puerto Rico estuvo bastante tenso, ya sea por la falta de conocimiento al no estar atento al huracán, otros por estar muy pendientes de su trayectoria y otros por falta de preparativos en sus hogares. Mi hogar no fue la excepción.

Desde el domingo, cuando ya era casi oficial su paso cerca de Puerto Rico se activó la brigada en mi casa. Aunque ya contábamos con alimentos perecederos adquirimos otros artículos de primera necesidad como el hielo, linternas, baterías ente otros. Otra cosa muy importante, quitarle el polvo a los juegos de mesa para tener entretenimiento mientras el servicio de energía eléctrica estuviese fuera de servicio. El martes la Universidad del Sagrado Corazón cancela las clases, aún no sabemos si por el error que cometió Wapa Puerto Rico.

Así que llegó el día, desde temprano en la mañana en la expectativa de cuando íbamos a comenzar a recibir las ráfagas de vientos y cuando nos fuésemos a quedar sin energía eléctrica o agua. En mi hogar solo se encontraba mi mamá, mi hermana y yo. Mi padre se fue a laborar desde las 6 a.m. ya que trabaja en la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados. Estuvo trabajando 2 horas por lo que nunca llegó a casa para pasar el ciclón junto a nosotros. Mientras tanto en la casa comimos y nos duchamos para estar listos. A eso de las 2:40 de la tarde nos quedamos sin luz. Pasamos ese primer día hablando y leyendo libros de nuestra preferencia, todo muy tranquilo. Incluso las ráfagas de viento, las cuelas no se sintieron muy fuertes y al menos en mi casa no causo ningún tipo de daños.

Al próximo día continuamos sin energía eléctrica. Nunca nos faltó comida ya que contábamos con una pequeña estufa de gas, pero de mucha ayuda. Este día fue bastante aburrido, sin nada que hacer y reorganizando la casa. El viernes fue el peor día de todos, mucho calor y aún sin energía eléctrica. Al menos nunca se nos quedamos sin el servicio de agua, era lo único que decía para no perder la calma. Ya habían comenzado a reestablecer la luz, pero no para mi sección, a las 10 p.m. antes de dormir y sin ningún tipo de esperanza a que llegará la luz me preparaba para darme un baño. Cuando para nuestra sorpresa nos llegó el servicio de energía eléctrica. Brincando de felicidad por no bañarnos otra vez con agua fría actué rápidamente por si volvíamos a perder el servicio. Para nuestra fortuna hasta el día de hoy no ha pasado.

En conclusión, no pasaron muchos acontecimientos graves en mi urbanización. Unos cuantos árboles caídos, pero nadie herido. Esperábamos algo más fuerte y por fortuna no fue así. Muchas otras personas aún siguen sin luz y han perdido gran parte de sus alimentos. El huracán Irma ciertamente causó mucha conmoción debido a sus fuertes vientos nunca antes medidos, pero no estuvimos afectados como las otros Islas del Caribe quienes tuvieron enormes pérdidas.


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